martes, 12 de julio de 2011

Somos culpables pero seguimos indignados

¿La televisión influencia nuestras vidas? ¿Puede un formato televisivo hacer cambiar nuestra personalidad y nuestros valores? ¿Hemos de controlar lo qué ven los niñ@s? Una de las cadenas televisivas infantiles que tiene más renombre es Disney Channel. Hace un tiempo que emite unas series que son muy poco educativas para los niñ@s. Por ejemplo: Hannah Montana, Patito Feo, Sonny entre Estrellas, Jonas Borthers, Los Magos de Waverly Place (entre muchos).
Los valores que transmiten en estas series son muy poco apropiadas para ellos, y si me permiten la expresión son bastante decadentes. Por ejemplo el mensaje o los valores de Hannah Montana como chica debes de ser: egoísta, guapa, que los chicos  te deseen y sobre todo ser una super star por encima de todo (porque si no demuestras ser una fracasada). En la serie los hombres la tratan como mujer objeto dentro de un mundo bastante machista.  El lema es: la única manera de ser alguien es pisoteando la cabeza de los demás y estudiar no te hace triunfar.
Otro ejemplo es Patito Feo (producción argentina), es una serie parecida a Betty la Fea pero en versión infantil. Sin embargo, es curioso ver la reacción de los niños ya que la protagonista no es tan querida como la mala de la serie.  Para las niñas es mucho mejor la mala porque es extravagante, divina, guapa y todos los chicos se enamoran solo con verla. Podría decir muchísimos ejemplos más pero, la pregunta es ¿queremos que nuestros hijos tengan estos valores? Algunos críticos las han comparado a Sálvame  (Telecinco), ya que incitan como he dicho antes, al egoísmo, al odio para todas aquellas personas que destacan.
Algunos medios de comunicación también han expresado su  indignación, diciendo que los políticos deberían verlas y  hacer alguna cosa al respecto. Ahora, imaginemos por un momento  que se censuran y que no las vuelven a emitir. Por un lado muchos padres estarán contentos, pero, si nos damos cuenta estamos censurando un contenido audiovisual que por mucho que no nos guste es un contenido más. Por lo tanto, ¿No estamos privando de libertad visual? ¿Sería la mejor manera de solucionar el problema? Pienso que lo ideal sería que los padres vieran la televisión con los niñ@s, aunque muchas veces resulta imposible. No tengo la  solución pero, que estos formatos como mínimo se deberían emitir en otra franja horaria, porque normalmente a partir de las 7.30 que es cuando los niñ@s ven la televisión.
Nos quejamos de que no nos gustan estas series pero al final quien decide somos nosotros mismos. La audiencia es como César pulgar arriba triunfa y abajo se muere. Por lo tanto, nosotros somos quienes permitimos que haya este tipo de formatos, ¿creéis que si nadie lo viera se harían?

martes, 5 de julio de 2011

Suicidio Social en un mundo digital

Las redes sociales se han convertido en el nuevo medio de comunicación que se ha vuelto imprescindible y a la vez necesario para el día a día.
Ahora también son una herramienta de trabajo que si se hace un buen uso de ella, puede llegar a ser muy útil profesionalmente. ¿Por qué triunfan las redes Porque se han convertido en  un sistema fácil y rápido donde puedes intercambiar conocimiento, experiencias y también ampliar tu círculo de amistad.
Sin embargo, hay usuarios que han decidio acabar con su vida digital e ir a Suicide Machine. Es una página web que elimina tus cuentas  fácilmente de todas las redes sociales más generalistas  y para siempre. Así se logra desaparecer del mundo virtual.  De momento se puede decir que dispone de 891 usuarios que han solicitado abandonar el mundo digital. ¿Es una cantidad considerable?
Entiendo que haya gente quiera desvincularse de las redes, ya que también son un arma de doble filo. Pero eso depende del equilibrio de cada uno de los usuarios. Sin embargo, la gente que se desvincula sin darse cuenta también van perteneciendo a un grupo de gente, y a su vez estos vínculos se hacen más estrechos y también forman "una asociación" con un perfil concreto, pero sin ser online.
Continúo pensando que se debería enseñar en las escuelas cómo hacer un buen uso de las redes.
Pero nos debemos preguntar: ¿Dónde está el límite? ¿Cómo podemos ser equilibrados en una sociedad dónde se pide una conexión al  100%?