Creo que hacía mucho tiempo que no veía una serie con tanto contenido y tanta carga emocional como Pulseras Rojas. Pienso que los espectadores estamos acostumbrados a ver demasiados superhéroes, personajes que no lloran, fríos, desafiantes, distantes. Sin embargo, ahora tenemos series fantásticas y muchas están vacías de contenidos. Los espectadores queremos que nos impacten audiovisualmente que pasen cosas que sea rápido pero que pase.
Albert Espinosa para mi ha hecho un trabajo excepcional, conseguir que más de 17% share en España es para sacarse el sombrero. Creo que estas series nos ayudan a humanizarnos más, buscar la esencia de las cosas que realmente nos importan y de la gente que nos rodea.
Hace un tiempo vi un documental en TV3 que no me dejó indiferente, se titula Soufian, el niño que quería volar. Soufian mostraba una perseverancia, lucha del día a día, esfuerzo y una alegría. Para mi es un modelo a seguir. Sin embargo una de las cosas que más me sorprendió es que estaba muy integrado en la escuela y que los niñ@s jugaban con él. ¿No creéis que en las escuelas estaría bien que los niñ@s se relacionasen con gente diferentes a ellos?
Cuando hacía primaria todos los niños de quinto se hizo un intercambio de colegios para conocer a gente diferente. Sin embargo, Gina era diferente a los otros niñ@s pero estaba muy integrada en la clase, sólo podía venir un o dos días a la semana, y ¿por qué no? Todos jugábamos con ella al pilla pilla, al escondite… ¿Por qué no acostumbramos a los niñ@s de pequeños a estar con todo el mundo? Pienso que no es justo que se alejen de la sociedad, ¿no vivimos en una burbuja? Y cuando nos hacemos adult@s si vemos a una persona diferente a nosotros por algún tipo de discapacidad física o psíquica la mayoría de la gente se separa de ellos ¿Por qué? Hemos parado a pensar que ¿puede ser una bellísima persona?
Aquí os dejo el link del documental: Soufian, el niño que quería volar. Espero que os guste.
